SEAT León a prueba. Analizamos el dinamismo del nuevo León y el motor 1.6 TDI CR de 105 CV

En la primera parte de esta prueba del SEAT León ya os adelantábamos que difícilmente podremos hablar del nuevo compacto de SEAT sin hacer referencia a su homólogo de Volkswagen, el Golf. La similitud se hace aún más patente a la hora de conducirlo y, sinceramente, si fuéramos capaces de tomar el volante de un coche con los ojos cerrados es probable que nos costase trabajo distinguir a uno de otro, lo cual dice mucho a favor del León puesto que, como ya os decíamos en la presentación del Golf, estamos ante uno de los mejores compactos del mercado por el equilibrio de todos los aspectos que atañen a su mecánica, equipamiento y calidad percibida.

Aún así el SEAT León ha sabido tomar un rumbo adecuado para diferenciarse del compacto de Volkswagen, ya sea por estética, por un diseño más atrevido o incluso por la distribución de su gama de acabados y equipamiento y su precio de acceso más asequible. Recordemos que nosotros hemos optado por un SEAT León modesto en todos los sentidos, también en lo que respecta a su mecánica. Por nuestras manos ha pasado un SEAT León Reference con motor 1.6 TDI CR de 105 CV, un diésel con la potencia justa para un compacto sin muchas pretensiones, aunque este mismo motor también se ofrece con 90 CV y un ahorro de apenas 500 euros.

1.6 TDI CR de 105 CV: un motor con la premisa de ahorrar combustible

El motor 1.6 TDI CR es siempre una apuesta segura para aquel que busque un coche con un consumo muy ajustado. Se trata de un bloque de 1.598 cm³ y filtro de partículas que con este acabado Reference y 105 CV de potencia ya cuenta con sistema de parada y arranque automático Start&Stop. Este motor también abre la gama del Volkswagen Golf y sus prestaciones, sus consumos y sus emisiones son idénticas. Por si alguno piensa que se puede quedar corto para un “envase” de mayor tamaño que el del SEAT Ibiza, basta decir que gracias al ahorro de peso de esta nueva generación del León a igual potencia es este último el que ofrece mejores registros de consumos y prestaciones.

Este diésel lo tenemos disponible con dos alternativas de transmisión, un cambio manual de cinco relaciones y un cambio automático DSG de doble embrague y siete relaciones. El DSG solo está disponible con este motor en el acabado Style y supone 2.000 euros extra respecto al manual. Sobre el papel sus consumos son prácticamente los mismos que en el manual pero en la práctica suponemos (puesto que no lo hemos comprobado empíricamente) que a velocidad legal en cruceros en autopista deberíamos obtener un mejor consumo y un régimen de marcha más bajo, puesto que la séptima velocidad del DSG ha sido concebida precisamente con ese objetivo.

La oferta de motores diésel la completan el 1.6 TDI CR de 90 CV y sendos 2.0 TDI de 150 CV y 184 CV, este último asociado única y exclusivamente al acabado FR.

Los consumos del SEAT León 1.6 TDI CR de 105 CV

A la hora de analizar consumos este SEAT León nos ofreció unos resultados muy óptimos. En el recorrido habitual de pruebas a 120 km/h de marcador (116 km/h de media) y en un circuito eminentemente llano pero compensado (ida y vuelta) de 140 kilómetros, el consumo final fue de 4,6 litros/100 kilómetros. No es un consumo extraordinariamente bajo, pero sí aceptable para un motor de su potencia con cinco marchas, dado que la quinta velocidad es lo suficientemente larga y optimizada para rodar a 120 km/h en algo más de 2.000 rpm y no penalizar excesivamente los consumos.

En carreteras convencionales y con cambios de rasante, y de ritmo y adelantamientos, la cifra más realista está sobre los 5 litros/100 kilómetros, aunque en décimas bajas si el terreno no es muy escarpado y somos cuidadosos con el acelerador. En recorridos urbanos también es fácil mantenerse por debajo de los 6 litros/100 kilómetros. El 1.6 TDI de 105 CV con Start&Stop homologa 3,8 litros/100 kilómetros en ciclo mixto (4,6 en urbano y 3,3 en extraurbano).

No obstante si tenemos que buscar un motor que haga sombra a este 1.6 TDI CR tal vez tengamos que fijar nuestra mirada en el 1.2 TSI de 105 CV. La diferencia teórica (según homologación) en sus consumos con el diésel es de 1 litro/100 kilómetros, en la práctica será superior. Pero lo más recomendable en este caso es utilizar la calculadora para analizar si esos cerca de 2.000 euros de diferencia entre un 1.2 TSI y entre un 1.6 TDI de 105 CV merecen la pena.

En general este Seat ha ganado enteros en agilidad y eficiencia también por el ahorro de cerca de 90 kilogramos respecto a su predecesor. La aerodinámica también se ha perfeccionado y eso se aprecia en detalles como los estrechos retrovisores. Al principio cuesta un poco hacerse a la idea de un retrovisor de su tamaño, pero la adaptación se produce rápidamente para percatarte de que no merma el campo visual necesario por el conductor. Es más, una de las mayores ventajas de un retrovisor estrecho es la reducción del ruido aerodinámico, un defecto habitual de coches que requieren retrovisores con mucha superficie.

A la hora de decidir la compra de un SEAT León hay que tener en cuenta también la naturaleza de su chasis, más concretamente de su tren trasero. Toda la gama de motores con 150 CV o menor potencia cuentan con un eje de torsión trasero, una solución menos sofisticada y confortable que el multibrazo de los motores 1.8 TSI de 180 CV y 2.0 TDI CR de 184 CV. Aún así, dado el enfoque de los motores de menor potencia con eje de torsión, no me parece una razón de peso como para saltar a un nivel de potencia superior.

He tenido ocasión de probar un mismo modelo (un Volkswagen Golf) con sendas arquitecturas de suspensiones del tren trasero que mencionamos y lo cierto es que únicamente marca la diferencia cuando vamos a un ritmo alto, gestionando situaciones límite o poco habituales como un cambio brusco de dirección (por ejemplo una esquiva). Definitivamente el aplomo del tren trasero con eje de torsión no es el mismo y no es tan confortable al pasar por baches importantes. Pero como ya decimos el grueso de los clientes de este León probablemente no apreciarán la diferencia.

En general el tacto del Seat León es agradable. Dirección cómoda pero directa, suspensiones un poco blandas pero efectiva para evitar balanceos. El que goce de una conducción más ágil puede equipar un control de tracción más avanzado como el XDS, por solo 49 euros adicionales y de serie en las versiones superiores.

Recordemos que el SEAT León también se ofrece con una carrocería de tres puertas, el cual ya hemos podido conducir para ofreceros nuestras impresiones en la presentación del SEAT León SC.

En Diariomotor: SEAT Ibiza y SEAT León: ¿cuál es la mejor decisión de compra? | Seat León SC, presentación y prueba en Barcelona