En Porsche ya nos tienen acostumbrados a rompernos los esquemas de tanto en cuanto. Primero fue el Porsche Cayenne, después fue el Porsche Panamera, y ahora nos presentan el Porsche Panamera Sport Turismo. Sí, se trata del primer familiar que fabrica Porsche, pero tal y como ha pasado con los ejemplos anteriores, Porsche no se ha limitado a ofrecernos una reinterpretación del concepto, sino que vuelve a aplicar su “magia” para esconder bajo la piel del Porsche Panamera Sport Turismo un Porsche 911 de diseño Shooting Brake.
Durante nuestra primera prueba del Porsche Panamera ya os adelantamos que el fabricante alemán había conseguido algo que parecía imposible en la segunda generación de la berlina de Porsche. Por primera vez me había sentido a los mandos de un Porsche 911, algo que creaba en mí cierto conflicto ya que mi cabeza me recordaba el tamaño y peso de semejante berlina de lujo, pero las sensaciones que me transmitía el Panamera eran muy cercanas a las que ofrece un deportivo, un deportivo de verdad.
La respuesta de este conflicto se escondía en el chasis del Panamera, un chasis desarrollado desde cero en la segunda generación del Panamera para integrar un importante número de innovaciones que consiguieran el imposible de acercar la berlina al carácter de un Porsche 911. Los trucos empleados se basan en una suspensión neumática de nueva generación, un eje trasero direccional, estabilizadoras activas, una tracción total muy trasera, nuevo cambio PDK de 8 relaciones aún más rápido, controles electrónicos de todos los tipos y un “cerebro” central capaz de gestionar todos esos sistemas, ayudas y asistencias para hacer del Panamera la berlina más ágil y deportiva del mercado. Sobre el papel parecía incluso fácil, aunque poco creíble, pero al volante me demostró que lo imposible se había conseguido.
Pero a todo ese cóctel Porsche ha querido darle ahora una nueva imagen, más práctica y versátil pensando en aquellos clientes que demandan más del Panamera pero sin llegar a lo que ofrece el Cayenne. La solución ha sido fabricar un familiar al estilo Porsche, una suerte de carrocería Shooting Brake que redefine la trasera del Panamera para poder añadir una configuración opcional de 4+1 plazas (banqueta trasera corrida con plaza central testimonial), 50 litros más de espacio de carga (520 litros en total, 425 en los híbridos) y un acceso más práctico a su maletero con un portón cuya boca se sitúa 143 milímetros más abajo que en el Panamera convencional. Todo ello manteniendo prácticamente intactas las cotas del Panamera berlina con 5,05 metros de longitud, añadiendo una sutil diferenciación en la zaga a través de la nueva caída del techo y su pilar “C”. Y sí, Porsche ha conseguido que ese portón siga ofreciendo un alerón retráctil adaptativo – ubicado en el spoiler – que añade hasta 50 Kg de carga aerodinámica.
Porsche ha buscado con la versión Sport Turismo ofrecer algo realmente nuevo en su gama, algo diferente, pero sin caer en la ruptura con respecto al Panamera del que deriva. Dos diseños muy diferentes en matices, pero sumamente parecidos al mismo tiempo. A nivel estético es posible que incluso esta nueva carrocería de tipo “Shooting Brake” te acabe gustando incluso más que la berlina, algo posible gracias al encanto que siempre han tenido este tipo de carrocerías familiares en la historia del automóvil. Aún así Porsche no esconde que se trata de una apuesta arriesgada en el segmento, sin competencia directa a día de hoy, pero de la que pretenden sacar hasta un 30% de las ventas de la gama Panamera.
La gama de propulsores disponible en el Porsche Panamera Sport Turismo es prácticamente idéntica al Panamera convencional, eliminado la versión de acceso de gama con sólo tracción trasera y encontrando un sobreprecio entre 3.000 y 5.000 euros con respecto a la berlina. Los propulsores disponibles son un 3.0 V6 Turbo de 330 CV (Panamera 4), un 2.9 V6 Twin-Turbo de 440 CV (Panamera 4S), un 2.9 V6 Twin-turbo híbrido enchufable de 462 CV (Panamera 4S E-Hybrid), 4.0 V8 Twin-Turbo de 550 CV (Panamera Turbo) y 4.0 V8 Twin-Turbo de 680 CV (Panamera Turbo S E-Hybrid). Todas las versiones instalan de serie tracción total a las 4 ruedas y cambio PDK de doble embrague con 8 relaciones. El eje trasero direccional es opcional en todas las versiones, excepto en las especificaciones Turbo donde es instalado de serie. El precio de partida del Porsche Panamera Sport Turismo es de 109.088 euros. Las versiones con motor 4.0 V8 Diésel de 422 CV siguen suspendidas, aunque la firma asegura que en algún momento volverán. Dicho esto, no cabe la menor duda de que la apuesta de Porsche ya está centrada en el híbrido enchufable y tras probarlo dudamos muy seriamente que tenga sentido el regreso del motor diésel.
¿Y qué tal se comporta el Porsche más familiar? Los ingenieros de Porsche se han centrado única y exclusivamente en el rediseño de la zaga del Panamera para crear el Sport Turismo, algo que cambia su diseño y por ende introduce diferentes elementos técnicos que culminan en un peso añadido de 30 Kg con respecto a la berlina. En movimiento este ligero sobrepeso es imperceptible y la dinámica del Sport Turismo es idéntica a la de la berlina. Por encima de sus motores es justo destacar que el protagonismo de la conducción se lo llevan su chasis y la dirección, las verdaderas culpables del carácter y talante deportivo conseguido en el Panamera. Gracias a una elaborada puesta a punto, ni siquiera es necesario recurrir a las versiones más potentes para conseguir sensaciones al volante, y ese es quizá el mayor logro de los Panamera y Panamera Sport Turismo. Hemos podido probar el grueso de las mecánicas a excepción de la menos potente de 330 CV, encontrando como las versiones híbridas enchufables son las que mejor sabor de boca nos han dejado. Tras probar las variantes Panamera 4S y Panamera Turbo, y después dar el salto hacia sus versiones híbridas Panameras 4S E-Hybrid y Panamera Turbo S E-Hybrid, no tengo duda alguna de que la apuesta de Porsche por la hibridación es la acertada y la que más sentido tiene en su gama.
Porsche asegura que la hibridación con el único objetivo de la máxima eficiencia no tiene sentido para ellos, motivo por el que sus híbridos cumplen la doble misión de ofrecer eficiencia y prestaciones. De este modo, y pensando en un uso polivalente tal y como se puede esperar de una carrocería de este tipo, el Panamera Sport Turismo saca lo mejor de sí en sus versiones híbridas con las que poder escoger qué tipo de conducción queremos realizar: el modo 100% eléctrico para reducir emisiones y aumentar el confort, el modo híbrido para sacar lo mejor de los dos mundos o los modos Sport y Sport Plus donde la combinación de propulsor eléctrico y motor de combustión consiguen que un Panamera sea capaz de firmar prestaciones a la altura de un Porsche 911 GT3.
Y para aquellos que a lo mejor se lo preguntan, sí, pusimos a prueba el Launch Control del nuevo Turbo S E-Hybrid de 680 CV… 3,4 segundos para hacer el 0-100 Km/h… ¡en un familiar híbrido!