Versatilidad, funcionalidad y carácter premium. Si a estas características le añades la necesidad de seguir las últimas tendencias, no deberías perderte la función que BMW ha organizado para el BMW X1. El telón se levantó el pasado mes de junio cuando supimos cómo era la tercera generación del SUV más pequeño de la casa bávara y la acción continúa ahora. Ya hemos probado el BMW X1 2022: esto es lo que tiene a favor y en contra.
Hay algo de lo que puede presumir el BMW X1: siempre ha sido uno de los modelos con mejor conducción del segmento y la tercera generación sigue la misma senda. Nuestra prueba transcurre por diferentes escenarios (autovía, vías secundarias, puertos y carreteras plagadas de curvas reviradas) y la sensación se caracteriza, siempre, por ser lineal. Incluso, en determinados momentos, te invita a pisar con más entusiasmo que en algunos de sus rivales.
Si algo funciona, lo mejor es no cambiarlo
La calidad de rodadura del nuevo BMW X1 es evidente: en carretera (autovía y secundarias) es un SUV cuya pisada tiene aplomo y firmeza. La desmultiplicación de la dirección es elevada: cuando las cosas se complican y las curvas son más cerradas de lo esperado, requiere más giro de volante para dibujarlas correctamente. Esto, evidentemente, hace más difícil notar cómo va el coche aunque permite un guiado más fácil. No obstante, el balanceo de la carrocería es pequeño: sí, es mínimo, pero lo notas.
La suspensión es relativamente sólida para actuar de filtro entre las irregularidades del asfalto y el interior del BMW X1 2022. El sonido del viento, de la carretera y de la mecánica no aparecen en la ecuación: la comodidad del puesto de conducción es suficiente para terminar la jornada sin notar el cansancio.
La caja automática de siete velocidades tiene un comportamiento suave: en el nuevo BMW X1 el cambio de engranajes es una experiencia sin complicaciones, aunque, personalmente, echo de menos la posibilidad de poder subir o bajar las marchas manualmente. En las versiones sin levas no es posible y el nuevo ‘Modo L’ (del que ahora os hablaremos) no reduce tanto como me gustaría.
¿Qué tiene el BMW X1 2022 a favor y en contra?
Nuestra prueba a bordo del nuevo BMW X1 duró algo más de dos horas y aunque no fue especialmente larga, sí nos dio tiempo a identificar qué tiene a su favor y qué está en contra del SUV compacto alemán.
A favor: la aerodinámica
Sus cambios en el diseño y la llegada de determinados elementos han conseguido que el BMW X1 2022 tenga un coeficiente aerodinámico de 0,26 Cx: el mejor de la familia X y de su segmento, según la marca. A ello contribuye su parrilla activa, los riñones cerrados, las ‘air curtains’ que guían el flujo de aire, el nuevo diseño de los espejos retrovisores y de las manetas (ahora enrasadas), el alerón trasero o las colas de escape. En el caso de la versión eléctrica, BMW iX1, hay que sumar las llantas aerodinámicas.
A favor: espacio interior
El BMW X1 2022 ha crecido en todas sus cotas y esto se nota en su habitáculo, que gana amplitud para todos los ocupantes. Se nota, especialmente, en la fila trasera. Sentados en ella es fácil sentir el espacio que ganan estos asientos en comparación con la generación anterior: incluso con el techo panorámico opcional, los más altos estarán mucho más cómodos. Aunque, como siempre ocurre, será un tanto estrecho si viajan tres personas adultas.
La banqueta trasera, por cierto, se puede desplazar longitudinalmente 13 centímetros y el respaldo de los asientos se pueden reclinar 12 grados para ganar espacio en un maletero cuya capacidad ha crecido desde los 505 litros de la segunda generación hasta los 540 litros de la actual. Se mantiene la correcta altura de la boca de carga, la forma práctica de esta zona de carga y añadimos un adicional debajo del piso principal del maletero.
A favor: nueva ubicación para el teléfono
BMW es consciente de que los teléfonos son, cada vez, más grandes. Por ello, ha ideado una solución para llevarlo sin problemas de espacio: en la parte inferior de la consola central nos encontramos con un soporte (con carga inalámbrica) para colocarlo en posición vertical que, además, cuenta con arnés que lo mantiene en su lugar en todo momento.
Su situación, fuera de la vista del conductor, elimina las distracciones aunque hemos encontrado un inconveniente: justo delante hay un par de portavasos y ya sabemos que los líquidos no son buenos compañeros de viaje de los móviles.
A favor: su gama de motores
El BMW X1 2022 llega con una amplia gama de motores para todos los gustos y necesidades. En nuestra prueba tuvimos la oportunidad de conducir las dos versiones de acceso: BMW X1 sDrive18i (motor tricilíndrico de 1.5 litros con 136 CV y 230 Nm) y sDrive18d (un cuatro cilindros 2.0 turbodiésel con 150 CV y 360 Nm). Tanto ellos como los que vendrán estarán asociados a una caja de cambios Steptronic automática de siete velocidades: no habrá versiones manuales. Y, por cierto, la palanca se ha convertido en un pulsador que simplemente hay que mover hacia adelante o hacia atrás.
Después de ponernos a los mandos de las dos opciones, creemos que el BMW X1 sDrive18d es la elección más equilibrada. No sólo por consumo (5,3 litros en un tramo que combinaba carreteras secundarias, autovía y circulación urbana), también por su comportamiento: es más vivo, más alegre, empuja más y al tener más par, responde con más rapidez cuando pisas el acelerador. Y con 150 CV, el BMW X1 va sobrado en cualquier situación.
Cabe destacar que, en 2023, la gama mecánica se completará con el BMW X1 sDrive20i (170 CV y 280 Nm) y sDrive20d (163 CV y 400 Nm). O lo que es lo mismo: variantes de los motores que ya hemos probado que estarán equipados con hibridación ligera de 48V. Le seguirá el BMW iX1 (un SUV eléctrico con 313 CV y 494 Nm, que promete una autonomía de 413-438 kilómetros) y los híbridos enchufables: BMW X1 xDrive25e (245 CV y 92 kilómetros de autonomía) y xDrive30e (326 CV y un rango de 88 kilómetros).
A favor: el Modo L y el Boost
La tercera generación del BMW X1 estrena el Modo L en aquellos modelos equipados con la caja de cambios básica: con él, la transmisión mantiene las marchas más cortas y retiene más… aunque, como decíamos antes, no tanto como esperábamos.
El cambio Steptronic deportivo, por su parte, tiene levas en el volante, los ya conocidos Modos D y S y, ahora, añade la función ‘Boost’: al activarla aparece una cuenta regresiva antes de darnos un empuje extra y más deportivo, que es perfecto para los adelantamientos.
En contra del BMW X1 2022: su nuevo tamaño
El nuevo BMW X1 tiene un diseño mucho más audaz y unas proporciones más generosas: crece en todos los frentes. Mide 1,642 metros de altura (+4,4 centímetros respecto a la segunda generación), 4,500 metros de largo (+5,3 centímetros) y 1,845 metros de ancho (+2,4 centímetros). A esto hay que añadir una distancia entre ejes de 2,692 metros (+2,2 centímetros) y un ancho de vías de 1,592 y 1,593 metros (+3,1 centímetros). El SUV compacto ha dejado de serlo y en determinados escenarios (calles estrechas o carreteras de curvas) se nota.
Bien es cierto que el juego de líneas empleado en su diseño hace que parezca (aún) más grande. Ocurre con el frontal, que se ve más alto debido a la posición de la parrilla o al diseño inclinado de los faros. La línea del perfil es más limpia, los hombros más tonificados, los pasos de rueda más cuadrados y las luces traseras más delgadas son algunas de las novedades que crean un efecto óptico de más anchura y mayor presencia en la carretera.
En contra: BMW Curved Display
O lo que es lo mismo: la pantalla curva de BMW que ha llegado para quedarse. En una sola superficie contigua, aunque dividida virtualmente en dos secciones, tenemos el cuadro de instrumentos (10,25 pulgadas) y el sistema de infoentretenimiento (10,7 pulgadas) con el nuevo Operating System 8 de BMW. Un sistema que mejora, pero que requiere cierta adaptación porque muchos de sus aspectos son diferentes a los de la generación anterior.
Reunir todos los ajustes en una pantalla implica eliminar los mandos físicos para la climatización que, al menos, siempre están visibles y accesibles en la parte inferior de la pantalla. Destaca, también, la completa ausencia de cambios manuales. En su lugar encontramos una consola central flotante que cubre el hueco entre ambos asientos y que, eso sí, es bonita y práctica
En contra: el precio
A nadie se le escapa que el precio de los coches nuevos vive una aguda inflación y pocos modelos pueden catalogarse, ya, como accesibles para la mayoría de los bolsillos. El BMW X1 2022 se queda fuera de esta categoría: el modelo de acceso (BMW X1 sDrive18d) arranca en 40.900 euros. El BMW X1 sDrive18i, por su parte, está disponible desde 41.700 euros.
Cuando lleguen las versiones superiores lo harán, obviamente, con cifras mayores: 43.700 euros para el BMW X1 sDrive20i y 44.900 euros para el BMW X1 sDrive20d. Los híbridos enchufables serán los encargados de superar la barrera de los 50.000 euros: BMW X1 xDrive25e (51.900 euros) y BMW X1 xDrive30e (54.900 euros).
Conclusión sobre el BMW X1 2022
Terminado el amplio repaso sobre el nuevo BMW X1, llega el momento de rematar con nuestras conclusiones. La tercera generación supone toda una revisión con notables resultados. El SUV más pequeño de BMW sigue ofreciendo una de las mejores experiencias de conducción de su segmento, un excelente nivel de tecnología y mucho espacio interior para disfrutar de ello. Hay algunos puntos que le restan nota y no se puede ignorar su alto precio: sin embargo, este podría ser la nueva referencia de los SUV compactos premium.